Evitar el mal olor en las tuberías
Etiquetas Limpieza de tuberías, Mal olor en las tuberías, Martorell
En edificios de cualquier antigüedad pueden producirse malos olores en las redes hidráulicas. Es más frecuente que este problema se dé en instalaciones antiguas, aunque las nuevas tampoco se libran, sobre todo cuando los usuarios no tienen la precaución que se debe, y arrojan desperdicios sólidos por el sumidero. Para evitar el mal olor en las tuberías, hay que impedir que entren por los sumideros restos de comida, productos oleosos y cualquier resto sólido. Pueden lograrse resultados muy satisfactorios con un método sencillo y natural, un procedimiento casero con el que se irán arrastrando los residuos cañerías abajo.
Los posos de café resultan, así pues, uno de los procedimientos naturales más indicados para acabar con el mal olor de las tuberías. El método es echarlos poco a poco o, mejor, dejar sobre el sumidero un montón de posos de café compactados, de modo que actúen de filtro y dejen pasar, cada vez que se abre el grifo, parte de los residuos del café al interior de los conductos.
El café no siempre sirve, sobre todo cuando el mal olor es producido por acumulaciones complicadas, o demasiado densas. En estos casos, los usuarios pueden decidirse por un procedimiento que se realiza de una vez, una técnica en la que se utiliza vinagre, agua caliente, sal y levadura química. Esta puede sustituirse por bicarbonato. Lo verdaderamente importante es que cuando echemos la levadura (o el bicarbonato) lo hagamos en seco, encima del sumidero sin agua.
Así se colará bien el producto por el sumidero. Con medio vaso bastará. Tras echar el bicarbonato o levadura química, se procederá a echar el vinagre común. Entonces hay que esperar durante un tiempo de unos 20 minutos y luego echar agua caliente con sal. Si los malos olores de las cañerías siguen presentes tras la realización de esta técnica, habría que contactar con profesionales.
Los posos de café resultan, así pues, uno de los procedimientos naturales más indicados para acabar con el mal olor de las tuberías. El método es echarlos poco a poco o, mejor, dejar sobre el sumidero un montón de posos de café compactados, de modo que actúen de filtro y dejen pasar, cada vez que se abre el grifo, parte de los residuos del café al interior de los conductos.
El café no siempre sirve, sobre todo cuando el mal olor es producido por acumulaciones complicadas, o demasiado densas. En estos casos, los usuarios pueden decidirse por un procedimiento que se realiza de una vez, una técnica en la que se utiliza vinagre, agua caliente, sal y levadura química. Esta puede sustituirse por bicarbonato. Lo verdaderamente importante es que cuando echemos la levadura (o el bicarbonato) lo hagamos en seco, encima del sumidero sin agua.
Así se colará bien el producto por el sumidero. Con medio vaso bastará. Tras echar el bicarbonato o levadura química, se procederá a echar el vinagre común. Entonces hay que esperar durante un tiempo de unos 20 minutos y luego echar agua caliente con sal. Si los malos olores de las cañerías siguen presentes tras la realización de esta técnica, habría que contactar con profesionales.
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